domingo, 31 de marzo de 2013

Historia de Roma, la città eterna.

En mi primera entrada voy a hablar sobre una ciudad que me tiene enamorada desde hace más de dos años. Se dice de ella que no basta una vida para conocerla, que es una ciudad eterna, una ciudad abierta, una ciudad llena de encanto, historia y arte. En efecto, estoy hablando de la inigualable Roma. Está inmersa en la mitología y cultura, y hay tantas hipótesis e historias que tampoco bastaría una vida para contarlas todas. Por ello, resumiré a grandes rasgos la historia de  la Antigua Roma. 

Dice la leyenda que fueron los hermanos Rómulo y Remo, hijos del dios Marte y Rea Silvia, quienes fundaron Roma en el año 753 a.C. Al nacer, los niños fueron abandonados en el río Tiber, hasta que una loba llamada Luperca les encontró, amamantó y crió. Pasados los años decidieron fundar una ciudad entre siete colinas a orillas del Tiber, pero no se ponían de acuerdo sobre la localización exacta de la misma. Por ello consultaron el vuelo de los pájaros, Rómulo vio doce volando sobre el monte Palatino y Remo solo observó seis en otra de las colinas. En ese momento Rómulo empezó a construir una muralla y juró matar a quién las traspasara. Remo despechado atravesó las muralla, esto produjo gran irritación a su hermano, quien cogió una espada y lo asesinó. Llegado a este punto de no retorno empezó a construir la ciudad, creo un senado y una jerarquía y gobernó durante treinta años. Esta historia de los orígenes de Roma es bonita y de un gran valor cultural, sin embargo hay tantas y tan diferentes, que los expertos no se ponen de acuerdo sobre cual de ellas es la verdadera. Así que nosotros nos quedamos con la mitología.

La monarquía fue la primera forma de gobierno de Roma, con un total de 7 reyes, y duró hasta el año 509 a.C, cuando fue abolida y sustituida por la República. Durante estos dos siglos la ciudad se fue convirtiendo de un pequeño núcleo pastoril a un núcleo urbano donde había comercio, industrias, calles bien trazadas, nuevas infraestructuras y mucha, mucha cultura. Los cuatro primeros reyes fueron pastores y agricultores de origen latino y sabino, mientras que los otros tres fueron etruscos con ideas dirigidas hacia la construcción de una ciudad más urbanizada.

Tras la expulsión de los reyes y la instauración de la República en el año 509, el poder recayó en los patricios (jefes de las principales familias romanas), elegidos por los ciudadanos de Roma y que formarían parte del Senado. Fue en este momento cuando se eligieron las siglas de SPQR (Senatus Populusque Romanus) para representar eternamente la ciudad de Roma. Aunque parece que el clima era favorable para los patricios (formaban parte del Senado) y para los plebeyos (ciudadanos), había una gran brecha interna, ya que los primeros disfrutaban de numerosos privilegios, mientras que los segundo carecían de derechos. Esto causó grandes y sangrientas luchas durante más de medio siglo, entre las dos clases sociales. Por fin, en el año 451 a.C se redactó la Ley de las Doce Tablas, convirtiéndose en la primera  ley escrita de Roma que recopilaría los derechos de los plebeyos.
Resuelto el problema entre patricios y plebeyos, empezaron las guerras contra las otras poblaciones que habitaban la península itálica y cuyo objetivo era colonizarlos y expandir de esta manera, la ciudad-estado de Roma. Los primeros en ser derrotados por los romanos fueron los latinos, conquistando así la región que ocupaban, el Lacio  Posteriormente entraron en guerra contra los Samnitas (civilización que ocupaba el sur de la ciudad-estado) para derrotarlos 50 años después, facilitando así la expansión de Roma hacia el sur de Italia.
En el año 272 a.C la colonia griega de Tarento (situada en el sur de Italia) cayó en manos de los romanos, haciendo que éstos dominasen la totalidad de la península. Fue a partir de este momento cuando se empezaron a plantear la dominación de Cartago (fundada por los fenicios y situada en la costa de la actual Túnez). De este modo empezaron las tres Guerras Púnicas, que enfrentaron a cartagineses y romanos, y que tuvieron como resultado la victoria absoluta de Roma, convirtiéndola así en dueña del Mediterráneo occidental. A partir de este momento, empezó la colonización de los territorios ya dominados: el Norte de África, el sur de la Galia y la Península Ibérica.
Durante el siglo I a.C, Roma se colapsó en eternas Guerras Civiles, que tenían como origen el desmesurado poder que poseía Roma y en particular los generales romanos. Al final de este siglo
destaca la figura de Julio César, que consiguió concentrar en su mano todos los poderes políticos pero carecía del apoyo entre los senadores, quienes le asesinaron en el 44 a.C.

En el año 31 a.C Octavio (también conocido como Augusto) se nombró emperador, y de esta forma empezó la tercera etapa del desarrollo de la Antigua Roma: el Imperio. Esta etapa la podemos dividir en dos periodos: el Alto Imperio y el Bajo Imperio.
Durante el primer periodo, los emperadores mantuvieron la República conservando algunas instituciones como el Senado, los Comicios o los cónsules. Pero el emperador se reservaba el derecho de dirigir el ejercito y de proponer candidatos a las magistraturas y al Senado. Entre los años 14 y 68 d.C los herederos de Octavio se sucedieron: Tiberio, Calígula, Claudio y Nerón. Entre el 96 y el 193 gobernaron los Antoninos: Nerva, Trajano, Adriano, Antonino Pío, Marco Aurelio y Cómodo.
El Bajo Imperio se inició con la subida al poder de la dinastía de los Severos, quienes cambiaron la república por una monarquía y se hacían adorar como si fueran dioses. El final de esta dinastía abrió uno de los siglos más oscuros del Imperio (siglo III), los emperadores se sucedían, los generales arrastraban a Roma hacia guerras civiles sin motivos y la ciudadanía cada vez era más pobre.
En el año 303 Constantino se convertiría en el primer emperador cristiano del Imperio Romano, instituyendo el cristianismo como religión oficial y cambiando la capitalidad del Imperio a Bizancio (pasándola a llamar Constantinopla). En el 378 subió al trono Teodosio, este tuvo que luchar con los pueblos bárbaros como los hunos, los vándalos, los godos... siendo a su muerte cuando dividió el imperio entre sus dos hijos, surgiendo de esta forma el Imperio Romano de Occidente y el Imperio Romano de Oriente.
Sin embargo, los problemas no cesaron y en el 476 el Imperio Romano de Occidente cayó a manos de los bárbaros. Mientras, el Imperio Romano de Oriente sobrevivió hasta 1453, cuando los turcos derrocaron al último emperador bizantino y así cayó Constantinopla (actual Estambul). Este fue el final de un largo dominio de los descendientes de Rómulo.


Para terminar este resumen de la Antigua Roma, voy a mencionar los principales logros y legados que dejaron:
- El arte romano: los emperadores romanos mandaron construir numerosos monumentos e infraestructuras: teatros, anfiteatros, basílicas, acueductos, puentes, calzadas romanas... Los más famosos son el Colosseo, el Circo Máximo, el acueducto de Segovia...
- El latín: da lugar a las actuales lenguas romances: castellano, italiano, francés, portugués..
- El alfabeto romano: vigente en la mayoría de lenguas actuales.
- Roma, centro del cristianismo: en esta ciudad se encuentra la actual ciudad-estado del Vaticano.




miércoles, 20 de marzo de 2013

Bienvenidos

En este blog no voy a escribir sobre la historia de la humanidad, ni sobre los errores y aciertos que han cometido las personas, ni sobre las obras de arte que realizaron los seres humanos hace miles de años y que todavía podemos admirar. Eso ya lo hacen las revistas, libros y guias de historia, de arte y de viajes.
En este blog crearé una unión entre la historia, el arte y los viajes, es decir, analizaré los lugares donde la historia y el arte nos pueden ofrecer un importante atractivo capaz de hacernos coger un tren, un avión o un coche y viajar hasta allí, con el fin de conocer de cerca lo que hace años fue historia.

Hace años, un profesor de historia me dijo unas palabras inolvidables: "La historia es lo más importante para nosotros, sin ella no seríamos lo que somos, y gracias a ella tenemos la posibilidad de aprender de los errores de nuestros antepasados e intentar no tropezar de nuevo con la misma piedra". Aprendemos historia en el colegio, instituto, universidad... y podemos leer revistas y libros que nos narren lo que nuestros antepasados vivieron. Pero lo verdaderamente conmovedor es poder conocer la historia a través de las obras de arte que ellos mismos hicieron, como las cuevas de Altamira, el Colosseo romano, los millones de cuadros de miles de pintores... Estos son solo tres ejemplos de las millones y millones obras de arte que nuestros antepasados hicieron, y con las que nosotros ahora podemos viajar en el tiempo e imaginar la vida en ese momento.
Ya tenemos lo bueno de la historia y del arte, ahora solo nos queda hablar de los viajes... pero creo que eso no necesita explicación. Viajar es una de las mejores cosas que podemos hacer en la vida, y si viajamos a lugares con historia mucho mejor.
Ha llegado el momento de desearos: ¡¡Buen viaje en mi  blog de "Viaja en la historia"!!